Por las fechas navideñas y consumistas en que va a tener lugar, el de este 4º espectáculo no va a ser un estreno multitudinario ni mucho menos. Y la verdad, casi es mejor así. Lo de pasado mañana, en realidad, será el ensayo general que nunca he realizado. Y en vista de los nervios que a un cómico le acompañan cuando sale al escenario con un texto de 90 minutos sin probar, mejor hacerlo ante poca gente ¿Por qué? Porque así, si la función sale un desastre, el fiasco se propagará de manera mucho más contenida –chorreo optimismo ¿verdad?-. En fin, que salga como salga, el estreno es solo un peldaño y una fase necesaria por la que pasar. El verdadero éxito vendrá semanas más tarde cuando tras una árdua tarea de recomposición, consiga dejar a este nuevo monólogo a la altura de sus tres hermanos. Será entonces y solo entonces cuando consideraré que ha valido la pena.