¿Cuál es para vosotros el mejor monstruo del cine? Tras verme más de 100 películas de terror para escribir mi monólogo temático, yo lo tengo claro. Sirva esto como excusa para escribir este pequeño dossier sobre el personaje de Mary Shelley.
EL PRIMER MONSTRUO
La primera incursión de Frankenstein en el mundo del cine acontece en 1910, a cargo de J. Searle Dawley con un corto mudo de 16 minutos. El director y guionista se esforzó en eliminar las escenas repulsivas de la novela de Shelley y a fe que lo consiguió.
En su guión, Víctor Frankenstein crea un monstruo al que da vida pero resulta ser tan feo como gracioso (por la foto que acompaño, veréis que tiene un tremendo parecido a la Bruja Avería del programa “La Bola de Cristal“).
El caso es que la criatura huye de sus mazmorras y aparece en la noche de bodas del doctor, pelea con él y al mirarse en el espejo, el monstruo se da cuenta de lo horroroso que es y huye. Les hará una nueva visita sin consecuencias para desaparecer para siempre, dejando que los tortolitos se casen y sean felices.
Como nota curiosa, el actor que encarnaba al monstruo, Charles Ogle, fue quien creó su propio maquillaje para la ocasión.
ENTRAN KARLOFF & JACK PIERCE
Sin embargo, debemos irnos al año 1931 para encontrar al monstruo de Frankenstein de la Universal que todos conocemos en la piel de Boris Karloff. Aquí se cogió inicialmente la idea de la autora Shelley pero barriendo cualquier connotación filosófica de modo que la criatura fuera la atracción principal de la peli.
En principio iba a ser Bela Lugosi quien protagonizase el film (acababa de triunfar con “Drácula” de Tod Browning) pero hubo cambio de planes de última hora (tan de última hora que hasta los carteles promocionales del film exhibían el nombre del Lugosi).
De hecho, iban tan a matacaballo que cambiaron 3 veces el guión previsto y escribieron mal en los créditos el nombre de Mary Shelley .Era tal el caos que hasta se dice que el propio Boris Karloff no fue invitado a la fiesta de estreno de la película por considerarle poco importante (!).
No obstante, aparte del magnetismo irreprochable del actor, debemos reconocer que el otro baluarte del éxito de la película fue su maquillador, Jack Pierce. Fue él quien dotó al monstruo de esa famosa cabeza cuadrada y párpados somnolientos, patentando después su obra lo que le condujo a encargarse del monstruo en posteriores películas.
ANÉCDOTAS DE LA PRIMERA PELI
Una de mis anécdotas favoritas sobre este primer film “Frankenstein” acontece en la escena con la niña en el lago. Inicialmente en la película se debía contemplar cómo era lanzada a las aguas por el monstruo. De hecho, incluso se rodaron las imágenes pero fueron eliminadas. ¿Por qué?
Unos dicen que resultaban demasiado violentas, otros que la niña no era una sílfide precisamente y que Karloff apenas p
odía con ella. Y otros (ésta es la mejor) le echan la culpa a la madre real de la niña, que merodeaba por allí y si veía que la niña no salía pronto del agua se lanzaba a socorrerla arruinando así el rodaje de la escena.
Otro dato curioso: inicialmente, el monstruo iba a morir en la peli pero por la expectación que causó el rodaje la productora anticipó una segunda parte y lo salvaron in extremis.
LAS SECUELAS
Sin embargo, el previsto “The return of Frankenstein” jamás tuvo lugar y sí, en cambio, “The bride of Frankenstein” (La novia de Frankenstein) encarnada por Elsa Lanchester. La actriz daba vida a una criatura femenina de cerebro perfecto pero que, sin embargo, no podía amar al no carecer de corazón físico. Por este motivo, cada vez que el monstruo de Frankenstein la tocaba con cariño, su compañera chillaba como una posesa lo que tras varias tentativas hace que”Franki” acabe hasta los huevos y termine destrozándolo todo.
Y llegamos a 1939, donde Karloff protagoniza la última película para la Universal en “The Son of Frankenstein” (en España “La sombra de Frankenstein”). Y justo de eso va la trama: el hijo del doctor inicial, ayudado por Ygor (Bela Lugosi), resucitan al monstruo para usarlo en su propio beneficio y el pobre, tras matar un poco por ahí, perece en ácido sulfúrico.
Para mí hay varios puntos de comedia en todas estas películas pero sobre todo en os habitantes del lugar, Vasaria. Sí, los lugareños siempre acaban enojados y hasta las narices del monstruo justo al final de la película pero olvidándose por completo que hubo otra anterior donde también acabaron hasta los cojones de sus tropelías.
EL DECLIVE DE LA UNIVERSAL
Los años 40 supusieron el declive de la época dorada de la Universal, demostrable por los crossover que se produjeron entre Franki, Drácula y el Hombre Lobo. Todos ellos dirigidos a intentar captar adeptos en un género que estaba de capa caída y donde nuestro monstruo favorito es simplemente eso; un monstruo en películas de baja creatividad.
Las cosas cambiarían en las siguiente década de los 50, que nos trajeron la 2ª época dorada de Frankenstein gracias a la productora inglesa Hammer, pero esa es otra historia. Pese a todo, jamás superaron la magia que aportaron Karloff & Pierce convirtiendo al personaje de Shelley en el mejor monstruo del cine de terror clásico.
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