Mis dudas del post anterior se han visto justificadas en la segunda función de “Perdona que te llame IMBÉCIL”. Comparar la función del estreno y la del pasado sábado sería como hacerlo con el día y la noche. En la primera, todos los chistes parecían ser estupendos mientras que ayer parecía que debía eliminar una buena parte de ellos. Ahora bien ¿Fueron realmente los chistes? ¿O la muy diferente predisposición con la que me vino el público en ambos días? ¿Fui que yo me sentí mucho mejor hace una semana? Las próximas semanas irán dando más pistas. En todo caso, la función de ayer me dejó claro que hay que seguir limando cosas y que pasarán varias funciones hasta dejarlo a punto.