A veces no puedes evitar sentir cariño casi humano por objetos inertes. Es el caso de mi impresora Brother HL-2040 a quien he jubilado estos días tras 6 años conmigo. Sí, porque si con el tiempo el coche se convierte en el “mejor amigo” de un agente comercial, la impresora lo hace de un guionista. Y doy fe que esta rechoncha ha cumplido con creces su trabajo, dando a luz mis 4 últimos espectáculos con cientos de folios de cada uno de ellos. Desde los primeros borradores con los iniciales chistes hasta los guiones definitivos que eran reimprimidos semana a semana con nuevos cambios en los gags. Sí,… ha dejado el listón muy alto y mi próxima máquina tendrá que escuchar “batallitas” sobre ti si no está a tu altura.
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