Alrededor de 150 cassettes con música pirateada de CD´s provinientes de la época donde no existían “tostadoras”. Algunas grabadas con los discos que me intercambiaba con mi amigo Tony. El resto (su gran mayoría) de los CD´s que alquilaba en “Musical Castilla” por 250 pesetas/unidad.La doble pletina Technics con la que grabé todas esas cintas y que me costó 40.000 pesetas en 1995. Era de las mejores del mercado.El scanjet 4p de HP que me costó 75.000 pesetas y me compré para dotar al fanzine LSD de una maquetación profesional. Tiene una bandeja más grande que los scanners actuales pero funcionaba con una tarjeta SCSI que las placas de PC´s no admiten desde hace varios años. Desde entonces el nombre de la empresa HP tiene para mí el mismo significado que el que le damos en castellano a esas iniciales.El stock de fanzines LSD´s que he guardado durante años. Intentaré llevarlos al Teatreneu para regalarlos al público asistente.El equipo que formaban mi amplificador Denon, mi reproductor de CD Pioneer, mis bafles Infinity y mi colección de casi 1000 CD´s, testigos de casi todos los chistes que he creado estos años. Y aunque pienso dejarlos en el trastero de mi madre, sé que hasta que no consiga triunfar en Barcelona (o abandone esta profesión) no volveré a abrir esas cajas. Gracias a dios, Apple creó el Ipod para poder irme con la música no a otra, sino a cualquier parte.