Desde que dejé el ciclismo de “alta” competición (corría en aficionados de 2º año) mi único deporte ha consistido en salir a correr y varios sábados, algún que otro partido de futbito (esto último ya desahuciado por la pronunciada apatia y barriga de mis amigos). Desde hace varios años sólo me queda el “running”, por lo que hace 4 años me compré unas zapatillas medio decentes por 80 euros que he amortizado con creces y que ya tengo bastante rotas. Y como en la web del Corte Inglés vi éstas, he ido a por ellas. Curiosamente, ya en el gran almacén, he visto también que su marca Boomerang tenía por 25 euros una copia casi exacta de las mías. No obstante, cansado ya del mismo diseño tanto tiempo, me he pillado estás aún más baratas. Me hace gracia cuando éramos pequeños lo idiotas que éramos dando tanta importancia a las marcas ¿Alguien puede afirmar que unas zapatillas de 180 euros te multiplican por 9 el rendimiento y la comodidad de unas de 20 euros? Imaginad el margen comercial que les queda a multinacionales como Nike y Adidas. Más aún cuando ubican sus fábricas en paises del tercer mundo para racanear aún más los salarios de sus trabajadores (muchas veces, críos). Con esto no estoy diciendo que no compre sus zapatillas como protesta social sino, simplemente, porque la relación calidad/precio me parece demencial. La gente debería ser un poco más inteligente con las marcas “blancas”. Una empresa con la imagen comercial de El Corte Inglés no puede permitirse que su propia marca sea una porquería porque sería tirar piedras contra su propio tejado. Es algo parecido a lo de la gasolina del Carrefour, donde ya he oído a varios decir que es de peor calidad. Menuda chorrada. Carrefour no puede permitirse eso porque si se descubriese, la mala imagen de marca que se crearía le duraría tantos años que le supondría un coste de marketing tan bestial que multiplicaría varias veces el supuesto ahorro por vendernos una gasolina de peor calidad. Er… como véis, a veces se nota que he estudiado empresariales y desvarío un poco 😉