Siempre pensé que el personaje de Rambo se había quedado muy desfasado en los tiempos que corren, pero lo cierto es que “John Rambo” me ha entretenido mucho. Sin dejar de ser una peli de acción americana, no resulta tan fantasmada como la segunda o tercera parte. De hecho, tiene escenas que rozan lo gore al buscar dar el máximo realismo a la hora de las mutilaciones y los disparos. Así pues nos situamos en un contexto político real (conflicto de Birmania) con Rambo más sensato, maduro y, sobre todo, espabilado (lo de conseguir Just For Men en Thailandia tiene mérito). En fin, no lo pienses más. Si disfrutaste con el personaje cuando tenías 14 años y crees que, ahora que sobrepasas los 30, la peli te parecerá una chorrada, deberías dejar atrás tus prejuicios y darle una oportunidad. Para bochornosos regresos ya tuvimos el de John McClain.