Tengo la sensación de que durante el resto del año se avecinan cambios profesionales. Unos cambios que van a ser para muy bien o para muy mal. El peor escenario empiezo a dislumbrarlo ante cómo me están acorralando ciertos problemas actuales. El mejor queda más lejos, ante la posible materialización de proyectos y alguna que otra ilusión que me estoy haciendo.