Acabo de venir de estrenar en el Café Teatre Llantiol el monólogo cinéfilo. El local es muy acogedor, el escenario más amplio del que dispongo en Gracia y el sonido cojonudo. ¿La gente? Despollada de principio a fin. Apenas había 20 benditos, pero en un día como el 15 de Agosto donde unos están viniendo y otros largándose ¿qué otra cosa podía esperarse? El caso es que yo he terminado contento, el Llantiol también y el público más. Así que, salvo que se tuerzan mucho las cosas, este jueves 27 será el último día que cuente en el Teatreneu “En ocasiones veo muertos… de risa”.
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