Día 14El día amanece con abundante niebla, aunque a las 12 apenas quedan restos. Voy al aeropuerto y me dicen que mi vuelo a Barcelona de las 14 horas se ha cancelado. Que a primera hora de la mañana sí que ha aterrizado un avión y partido después a Barcelona pero que el de ahora (donde ya no queda niebla) se ha cancelado. Traducción: como sois 4 gatos a los que embarcar, mejor os llevamos en autocar a Madrid, allí os metemos en puente aéreo y eso que nos ahorramos. Llego a Barcelona 3 horas más tarde de lo previsto, donde estaré los 3 días porque Pullmantur, debido a sus 1400 agencias de viaje en la ciudad, va a hacer 3 cenas en el Restaurante Posit rompiendo el esquema que teníamos hasta ahora de presentación-show-cóctel. Una vez que llega la gente y se sienta en las mesas, la presentación del producto se hace en catalán. Cuando sirven los cafés, el delegado me presenta (también en catalán) y la reacción del público al show fue la más fría de lo que llevo de Tour Pullmantur. Tímidas risas esparcidas por las mesas sin que en ningún momento llegase a conectar. Y aquí no vale decir que el repertorio no tenía gracia. Conté lo mismo donde el resto de agentes comerciales de Bilbao, Salamanca, Orense, etc… acogieron con carcajadas. Una amiga con la que fui me dijo que la gente aquí es así, que yo había estado bien pero que el público no tiende a emocionarse aunque le guste. El caso es me fui al hotel con pocas ganas de nada y decidido a despertarme al día siguiente cuando dios lo quisiera. Lo cual fue mentira porque dado que me entraba el desayuno gratis, puse el despertador para no perdérmelo 😉 Día 15Hoy he comido con Josep, que está muy interesado en el monólogo de los Risketos para un proyecto que por ahora no desvelaré para no gafarlo. Además tampoco tengo mucha confianza en ello viendo cómo "funcionó" ayer en Barcelona algo que ha sido un éxito en otras ciudades. Por si fuera poco, en Barcelona… ¡no existen los Risketos! Sí, a ver… el producto como tal, sí, pero el nombre, no. Dado que Josep no los conocía, entré a comprobarlo en una tienda de chuches y allí tenían los 3quesos, los Cheetos, los Ganchitos… pero nada de Risketos (¿será un augurio negro?). Así que si tiramos adelante con el proyecto los sustituiré por Ganchitos. Día 16Ayer el show salió mucho mejor. Había más gente (unas 100 personas) y más "interés". De hecho, incluso arranqué tres aplausos (!). No obstante, la media de edad de los agentes de viaje fue superior al de las otras ciudades y también hay mayor presencia masculina (que no mayoritaria). Quizás me equivoque pero tras los 2 shows me da que el humor está muy segmentado en Barcelona. Veía algunas personas que se partían mientras que otros permanecían impasible. La comida de hoy fue con Luis, de Hispapublic, responsable de que yo presentase el pasado Festival Erótico de Madrid. Y entre batallita y batallita, me contó que el premio a la mejor actuación en directo que yo le entregué a Bámbola vino motivado por el histérico y llorón comportamiento de la chica que se negó a salir de la habitación del hotel hasta que le diesen un premio. Y nada, se inventaron ése. Menos mal que la entrega estuvo a la altura, porque cuando recogió el premio, Bámbola me agarró el micro y se puso a hablar en italiano al público. Al terminar, me lo devolvió y le dije al respetable "Ha dicho que muchas gracias y que estáis todos invitados a su camerino para ver cómo me chupa la polla". Descojone masivo. La otra cosa llamativa no fue nada divertida y fue las represalias que tomó el FICEB (Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona) con los artistas que se "atrevieron" a actuar en el Festival de Madrid. Por lo visto, no contentos con intentar disuadir al Ayuntamiento de Madrid de permitirles su celebración, el FICEB "castigó" a los artistas que fueron a Exposex dándoles únicamente una actuación por día cuando habitualmente tenían 3 ó 4. Algo totalmente absurdo cuando ni existía ningún contrato de exclusividad y el evento se celebraba a cientos de kilómetros de Barcelona. Así que ahora comprendo que a mí no me hicieran ni caso cuando contacté con ellos y les dije de dónde venía. Volviendo al hotel he parado en otro kiosko que tenía una ristra de productos de la empresa Risi y… ¡¡los Risketos SÍ existen en Barcelona!! Por lo visto no son tan populares como por aquí, pero existir, existen. Después he tomado una cerveza con Dani Lozano, regidor del pasado Exposex, quien anda metido en grabar un largo a base de trocitos donde sus colegas salgan en momentos divertidos. Así que, por la causa, he accedido a que me grabase en el hall del hotel durante 5 minutillos contando chorradas. Después me he subido a cambiar para "La Última Cena" donde resultaba aburrido comer por tercera vez el mismo menú. Menos mal que conté con la presencia estelar de la señorita Red Sonja, quién accedió a regañadientes a meterse en aquel sitio tan fino. Afortunadamente, nos tocó una mesa con chicas encantadoras que, sorprendentemente, en ningún momento hablaron en catalán (¡gracias!). En cuanto al show, salió también mejor que el martes. De hecho, hasta la mitad iba incluso mejor que ayer en cuanto a risas peero… al final hubo un bajón. Y es que la parte de las peluquerías y revistas del corazón que tan buen resultado ha tenido en pubs, otras convenciones de Pullmantur e incluso en la cena de empresa del IFEMA… a los catalanes no les entra. Supongo que por el componente cultural. Pero ayer no le di más vueltas y en cuanto terminé me fui con Red Sonja a tomar unas cervezas donde hablamos de comic, fanzines, música heavy… para terminar aunando esfuerzos en la máquina del Trivial en la que en dos partidas no fallamos ni una sola pregunta (!). Ya al día siguiente en el Prat comprobé de primera mano lo seguros que viajamos los pasajeros. Me hacen quitarme el anorak, meter los jabones y demás en la bolsita de plástico, quitarme el cinturón, pulseras, monedas, móvil, sacar el portátil de su funda y ponerlo en una bandeja aparte… y todo para que mientras pasa mi equipaje por la cinta de rayos la segurata responsable de la pantalla ni la mire porque está entretenida escribiendo un sms.