Mañana salgo de nuevo para Barcelona buscando consolidar en el Teatreneu el show de los Risketos. Nuevos chistes, nuevos tachones… a ver qué pasa. Sin duda firmaría con repetir la estupenda acogida de la semana anterior pero quizás tenga nuevamente en el frío a mi mayor enemigo. Si así es, espero que se quede en la calle porque viajo con la sensación de que esta tercera semana puede ser la que condicione todo 2007.