Esta mañana he ido al Registro de la Propiedad Intelectual para entregar el guión actual del show de los Risketos. Ya lo había registrado el año pasado, pero desde que lo estrené en Enero en el Teatreneu ha sufrido tantos cambios buscando adaptarlo al público que acude al teatro –“be water, my friend”- que el lavado de cara ha sido más que considerable. Y la verdad es que, aunque lo pasé mal las primeras semanas, agradezco esa implacable criba indirecta por parte del público. Me ha hecho mejorar, ser más puntilloso y pensarme mucho más el dar una oportunidad a un chiste. Espero que esto se quede aquí y no lleguen los Risketos 3.0.