Justo después de llevar 3 años en BCN compartiendo piso y tras varios meses de búsqueda, por fin tengo un piso de alquiler para mí solo que me permita disfrutar nuevamente de la libertad hogareña que tenía en Valladolid. Comenzar así desde mi llegada a esta ciudad era arriesgado, pues ni sabía cómo me iba a ir en el (por entonces) Teatreneu ni si me iba a sentir cómodo en Barcelona. Pero nada lejos de la verdad; adoro esta ciudad y mi profesión de cómico realmente se ha afianzado desde que estoy en territorio culé. Así pues, por ahora me quedo aquí. En el Llantiol las cosas siguen muy bien. “Risketos” sigue llenando 3 años y medio después de su estreno, el monólogo sobre SCI-FI nunca baja del 60% de aforo y tiene la aceptación que jamás tuvo en el Teatreneu y por último, “Pasteladas”, está empezando inexplicablemente a convocar más gente por la tarde ahora que llega el calor. Que dure. En definitiva, que pese a esta maldita crisis que está golpeando duro a varios de mis amigos, yo por ahora -toco madera- solamente puedo dar las gracias por cómo me están yendo las cosas. Nos leemos por aquí. Y sí, prometo que ahora más a menudo.