Hubo un tiempo donde las portadas de los discos tenían glamour hechizante. Uno podía recrearse en contemplar su diseño y hasta el más nimio de los detalles mientras escuchaba el vinilo. No dejaba de ser puro marketing, el envoltorio de un caramelo con el que poder recrearse y una imagen que venía a tu mente cada vez que alguien mencionaba el título del LP. Con la desaparición del vinilo, todo se volvió más frío. El reducido tamaño de 12 centímetros de las portadas y su soporte en plástico borraba todo glamour de aquellos enormes diseños de antaño. Yla puntillaya vino con la llegada de las tostadoras de CD´s que consiguió que ya muy poca gente sepa cómo es la portada del disco que está consumiendo. Yo aún mantengo esa nostalgia y busco por internet las portadas de todo lo que bajo. Pensaréis que soy raro, pero necesito ver la foto de un disco antes de pincharlo. Problamente apenas mire la contraportada ni me aprenda los títulos de las canciones, pero la portada de un disco es para mí como adorar a una actriz y no saber su nombre. Y todo este rollo viene para regalaros este link homenaje a unas cuantas de las mejores portadas de rock del siglo anterior. Disfrutadlo.