No tengo que volar casi nunca pero para mí hacerlo supone una verdadera tortura. Los atentados (y sus intentos) han creado un estado de pánico entre las autoridades que, a mi juicio, es desmedido en toda regla. Por mucho que les pese, los terroristas les han ganado. Pretendían crear el terror y lo han conseguido. Pero lo han conseguido entre los gobernantes. A mí lo único que me angustia cuando vuelo es con cuanta demora llegaré a mi destino. Eso, y que me tenga que quitar el cinturón, las pulseras, el móvil, las monedas y cualquier objeto que lleve encima para pasar por un estúpido escáner como si fuese un delincuente. Volar en un avión donde vaya a “pasar algo” es menos probable que el que te toque la lotería de Navidad. Así pues, al igual que a veces cuando te operan “autorizas” excluir de responsabilidad al hospital de cualquier imprevisto médico, aquí me encantaría que hicieran lo mismo. Que Iberia pusiera a la venta unos billetes alternativos donde no hubiese controles y donde yo eligiese un mayor “riesgo” al volar a cambio de una mayor libertad, comodidad y puntualidad. Porque vamos, la que se va a montar a partir de mañana va a ser ya un puto choteo. En el fatídico 11-M nos la metieron doblada, sí. Pero es que hoy día por muchos controles que se tomen no hay NADA que nos garantice que otro 11-M no pudiera volver a repetirse ¿Y por qué? Porque es imposible controlar el transporte del metro, las mochilas, maletas y lo que cada uno quiera meter. Y casi lo mismo en los trenes, donde los controles de maletas son una pantomima para dar una buena imagen pública. Así pues, si tras los atentados de Madrid han visto que no se puede hacer nada por evitarlos de nuevo y que otra masacre podría ocurrir cualquier día ¿por qué nos tocan así los huevos en los aeropuertos?