Durante la función de “Y a ti ¿Quién te aguanta?” de ayer introduje 10 minutos de chistes nuevos que funcionaron bien (unos) y muy bien (la mayoría). Especialmente el trocito de Ryanair donde no tenía previsto contarlo pero me decidí a hacerlo ante el clima tan bueno que había en la sala. Otros que también triunfaron fueron el de los colchones anchos y el de el ánimo cambiante de las mujeres. Y en fin, que estoy contento porque cada vez queda menos para dejar el guión de este monólogo al nivel de los otros.