Son casi las 12 de la noche del domingo y estoy en el hostal que, probablemente, va a ser mi segunda casa los fines de semana. En la habitación apenas cabe una cama y un armario (más un minúsculo cuarto de baño) pero es acogedor, me pilla a 5 minutos del Teatreneu y el señor que lo regenta es de lo más servicial. Y nada, que parece ser que este fin de semana las cosas han empezado a ponerse poco a poco en su sitio. La frenética semana que me he pasado tachando chistes, creando nuevos y restructurando todo el repertorio ha surtido efecto en el público. Y también, por supuesto, las críticas que sobre mi show aparecieron en la web de atrapalo.com, que me han otorgado (esta noche) el primer lleno a la segunda semana del estreno. Y es que, si bien ayer lo rozamos y salió una buena actuación hoy ha sido todavía si cabe mejor, con la gente aplaudiendo prácticamente en todos los chistes. Por eso no es de extrañar que uno se encontrase tan cómodo ahí arriba que al final terminase con 90 minutazos rajando sin parar. Podría contaros que el sábado volvió a hacer niebla, que llegué con más de 3 horas de retraso y otros inconvenientes del viaje pero, la verdad, … no me apetece. Prefiero contaros que continuaré todos los findes de febrero en el Teatreneu, que 2007 ha comenzado soplando a favor y que hoy, esta noche, estoy muy contento.