Ayer salí del cine encantado por lo bien que sabido adaptar las más de 600 páginas del libro en 140 minutos de película, porque lo cierto es que iba muy desconfiado. La actriz (Noomi Rapace) que habían buscado para Lisbeth no me pegaba mucho pero tras salir del cine he de reconocer que da el pego a la perfección. De hecho, amén de saber reducir de manera excelsa toda la narración del libro, han sabido mimar detalles “secundarios” de manera exquisita, como cuando aparece Salander de niña, y te das cuenta que la cría tiene unos ojos calcados a Noomi. Y la misma jugada te la hacen cuando vemos a la madre de Lisbeth. ¿Puntos débiles? Los espectadores que no hayan leído el libro se armarán un pequeño taco al principio cuando Henrik habla del árbol genealógico de la familia Vanger. Nos pasó a los lectores -todos tuvimos que ir anotando en una libretita los nombres y su linaje para no perdernos ¿verdad?- y era un fleco insalvable en el guión. Más aún porque al ser una peli de habla no inglesa, nos resulta difícil retener los nombres. Pese a ello, lo hacen algo más potable poniendo Michael colgando las fotos de cada uno en la pared y trazando líneas con su respectivo parentesco.Donde sí se alejaron bastante del libro –supongo que por falta de tiempo- fue a la hora de contarnos las relaciones entre los personajes. En el libro, Mikael tiene un idilio con la cofundadora del periódico, Erika Berguer, de manera constante a lo largo de la historia. Únicamente son amantes, pero está ahí. De la misma manera que cuando llega a la isla, se enrolla con Cecilia Vanger. En la peli la única relación de Mikael es con Lisbeth lo que, a mi juicio, resulta el único punto negro de la adaptación literaria ¿Por qué? Porque el libro termina con Lisbeth enamorada de Mikael y que cuando va a buscarle para declararse, se lo encuentra dándose el lote con Erika, provocando su huida en estampida y el odiarse a sí misma por ser “débil” y tener sentimientos. En cambio, la película termina con Lisbeth millonaria tras su “golpe” hacker a los fondos Wennerström, escondida del mundo y vistiendo como una pija. En el libro vestía así cuando tenía que personarse en los bancos para atar el robo de los fondos y así pasar desapercibida, pero en la peli la ponen como que viste así porque se está pegando la vida padre. Algo, si os dais cuenta, impensable porque una persona que lleva visitiendo toda su vida en plan gótico-jevi-metal como ella, no pasa al día siguiente a vestirse de Prada. En resumen, gran película, muy buen trabajo de los actores y una de las mejores adaptaciones de un libro a la gran pantalla que yo recuerde.