A veces se nos acusa a los cómicos de que un tema del que hablamos está ya muy trillado. Yo considero que lo está trillado es la manera de contarlo. Los temas son como los colores en la paleta de un pintor. Todos disponen de los mismos. Lo que cambia es la manera de cada pintor de administrarlos sobre el lienzo. Lo que cambia, en definitiva, es el estilo. Por ello, considero que cualquier cómico que se precie debería proponerse buscar su forma personal de “colorear” su texto y hacerse inconfundible.
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