Desaparecieron las máquinas recreativas de “marcianitos” y aparecieron las de pantalla táctil. Jubilaron las dianas de dardos con punta de acero y llegaron las automáticas, con proyectiles de plástico y varios juegos elegibles en un monitor.
Sí, el ocio cabalga hoy al ritmo que dicta la tecnología, señora imperial que devora cualquier juego de bar del pasado para regurgitarlo con lucecitas, sonidos y menos humanidad.
Sin embargo, y ante tamaña adversidad, hay un valiente que permanece impertérrito ante su llegada y se resiste a claudicar. Habéis acertado: los futbolines, que aguantan en muchos bares el paso del tiempo de forma bohemia cuan borrachín sexagenario adormilado sobre la barra.
Todo esto viene porque la semana pasada volví a jugar y me di cuenta que si siguen en pie es porque por mucho que avance la tecnología, ninguna máquina conseguirá ofrecer la emoción de jugar a cuatro amigos a brazo partido.
Sí, los futbolines son de esas tradiciones que aguantan y que haremos lo posible porque jamás desaparezcan porque, ¿qué otro juego de bar permite a 2 desconocidos desafiar a los futuros ganadores de la partida en curso depositando un euro sobre el máquina?
¿Y la tradición de retar “A cero por debajo”? Implica que si uno de los dos equipos no marca ningún gol sus jugadores deberán pasar por debajo del futbolín como penitencia por la humillación sufrida. Un verdadero folclore cañí del que -esta vez sí- uno se siente orgulloso de pertenecer.
Lo que no comprendo es que apenas haya afición femenina. Es difícil encontrar mujeres que se animen a echar una partida y, sobre todo, jueguen bien. Y resulta raro, porque se trata de un juego que no es de fuerza sino habilidad.
EVITAR SU EXTINCIÓN
¿Cómo conseguir que jamás desaparezca semejante joya lúdica? Sencillo: echad una partida cada vez que entráis a un pub y veis uno. Ayudaréis a que jamás se extingan y además os olvidaréis del trabajo, sentiréis adrenalina y en unas pocas partidas los amigos que podréis hacer posiblemente os aporten mucho más a vuestra vida que los que habéis conseguido durante estos años en Facebook o Instagram..
Yo recuerdo esas partidas entrañables, aunque mas que pericia era pura intuición, y sobre todo la energía que da el ver la cara del oponente masculino al se derrotado por un femina…
Ah, Perdon, se me ha olvidado, no, en Catalunya no hay costumbre de pasar por debajo
Bueno, pues aqui teneis a una femina jugadora ,a que la demás le encanta y era bastante buena tanto en defensa como en portería.Hace años que no juego, pero jugué durante bastante tiempo (sin duda donde me aficioné a la mahou que comento en otro post). Una de las partidas que recuerdo con mas cariño fué en Creta,había un grupo de chicos jugando y una amiga y yo queriamos apuntarnos,no nos dejaban, mujeres?! final les dimos pena y empecemos la partida, no se lo creian, acabamos toda la noche jugando, incluso pusimos normas y eso que ninguno hablaba el idioma del otro!!
Dios, os juro que no he bebido na de na!! Y mira que la página te da oportunidad de leer y cambiar algo de lo que has escrito,pero una es algo cazurra y se deja llevar por la espontaneidad de sus escritos.
-bastante buena tanto en defensa como en portería=bastante buena tanto en delantera(entiéndase ataque), como en portería(entiéndase defensa).
-final les dimos pena y empecemos= al final le dimos pena y empezamos (ya sé, perdón, perdón).
Yo provengo de las asturias del norte y allá también es costumbre que tu contrincante pase por debajo cuando le dejas a cero. Lo que no hay por allá es futbolines del tipo del de la foto, de muñecos de madera y piernas juntas. Son en aquel paraje futbolistas férreos con dos piernas abiertas y sobre un campo curvado.
A partir de los veinte años no se mejora en este deporte, como mucho se mantiene, por eso no se les da bien a las chicas, en la adolescencia resulta poco femenino y cuando se liberan de prejuicios es demasiado tarde.
Se te ha olvidado la modalidad bola sale, la preja a la que le marcan va a la puta calle, una modalidad más ágil y dinámica que la de esperar toda la partida. Y por cierto con la delantera no vale parar ni cambiar. Estas solían ser nuestras reglas. Ahyyyyyyyyyy cuant a nostalgia contenida.
Sin este objeto, mis borracheras no hubieran sido tan míticas como lo fueron… ahora da gusto ir a ese bar en el que te conocen y por 0€ echar tantas partidas como quieras, previo pago de alguna cerve, que el barman no es tonto. Ains, si es que se me saltan las lagrimillas y todo…
Pues porque las chicas solemos ir a clase, y la soltura de muñeca que apuntas se coge tras muchas, muchas campanas. De nadaaa.