En Facebook tuve que registrarme como “Ramón L Sd” porque no dejaban poner tres consonantes ni como segundo nombre ni apellido (aparte, lo de “LSD” parecía sonarles de mal rollo). Pero hoy, he realizado una búsqueda de mí mismo poniendo “Ramón LSD” y bueno, me encuentro. Twitter, en cambio, me ha permitido registrarme sin tener que amputarme las letras.