Me dispongo a abandonar con mis amigos el pub y justo estamos terminando de bajar la escalera de caracol cuando me encuentro a Natalia, camarera de un pub que frecuento desde hace años y cuyos ojos me tienen hechizado desde la primera vez que la vi. Nos damos dos besos.

– Hola, Ramón ¡Cuánto tiempo!

– Pues sí ¿Qué tal por el pub?

– En verano muy tranquilo, como siempre ¿Tú qué tal? ¿Has tenido muchas actuaciones?

– Pues no. Este verano ha estado flojo.

– Pero ya estarás preparando algo ¿no?

– Sí, para septiembre ya tengo un repertorio listo para estrenar.

Veo que se acaban las preguntas de cortesía y decido lanzar el dardo de reconocimiento.

– ¿Qué tal por Santovenia?

Sabía que ella y su novio se compraron una casa en ese pueblo y me pareció la manera más sútil de saber cómo iban las cosas.

– Ah,… pues ya no vivo allí. Voy a vender la casa y me he vuelto con mi madre.

Me supongo por qué pero me decido a corroborarlo.

– ¿Ya no estás con tu novio?

– No, lo dejamos ya hace mucho.

– Bueno, mucho, mucho… no puede ser.

No tenía a Natalia demasiado controlada pero yo solía al bar lo suficiente como para saber que hace mucho no podía ser.

– Seis o siete meses.

Vaya, pues sí. Supongo que en las últimas ocasiones la vi tan inaccesible que me olvidé de mirar si andaba por ahí su novio como siempre. Aún estoy pensando en ello cuando veo que aparecen sus amigas bajando la escalera indicando que mi temporizador parpadea. Se me ocurre una maniobra de ingeniería social. Saco mi libreta y el boli e intentando no mostrar demasiada impaciencia le digo:

– Oye ¿Te llamo un día y quedamos para…? ¿O estás muy liada en el bar?

Venga, di que no lo estás. Di que puedes sacar un rato. Di que quieres mi teléfono. Di que…

– Sí, es verdad. Ya nos vemos por los bares

Mierda. Sin apenas mostrar mis cartas he adivinado qué mano llevaba y aún así, he perdido. Cinco años anhelando una oportunidad para en apenas dos minutos comprobar que nunca tuve ninguna. “Ya nos vemos en los bares”. Mpf … Espero que no. Con esos ojos y sin cartas ya con las que jugar, espero que no.