De las 29 opiniones del público en atrapalo.com hasta ayer, 26 son de 4 ó 5 estrellas (el tope son las 5). Y si esto es algo que a uno le llena de satisfacción, en ocasiones representa también una carga por la malsana predisposición que acarrea. El público puede acudir al show con las expectativas por las nubes, pensando que el espectáculo va a ser lo nunca visto y te acaban poniendo el listón en un nivel difícilmente rebasable por nadie. Quizás por ello esta semana las opiniones se equilibren un poquito a tenor de lo visto este finde. El sábado; llenazo de sala, el público entregado, yo tremendamente a gusto y, como resultado, la mejor noche que he tenido en el Teatreneu. Esta tarde; la mitad de gente, un público tímido y una sensación de que han ido a verte recién salidos de un funeral. Sí, amigos, cada noche aquí es una sorpresa. Lo malo es que estas sorpresas te repercuten luego emocionalmente y puedes pasar de la euforia al bajón en tan sólo 24 horas. Algo que, bien mirado, no dejan de ser más tablas. Aunque sean de ésas del backstage que nadie ve.