Espera a que se convoque una Junta de vecinos en la escalera y la noche antes, de madrugada, pon en la puerta del portal una esquela como que tú has muerto. Ponla con tus datos e indicando que tu cuerpo está en el tanatorio X para que todo el mundo a primera hora del día lo lea.

Esa mañana, quédate en casa trabajando sin salir y por la tarde, cuando haya empezado la Junta y se haya creado un ambientillo vecinal de pena por tu muerte, aparece tú ahí con bañador y chanclas.

Y si en ese momento alguien, entre el estupor y el susto, te dice “Creíamos que estabas muerto” tú responder que no, que no estabas muerto, que estabas de parranda.