Día 21: Puerto de Santa MaríaLlegamos a la (por ahora) última semana de Tour Pullmantur con el martes en Puerto de Santa María (Cádiz) y el miércoles, Sevilla. En Madrid cojo el AVE a Sevilla y mientras trabajo con el portátil oigo detrás a una mujer hablando por el móvil sobre guiones, grabaciones y programas. Por la conversación asumo que está dentro del mundillo audiovisual, por lo que cuando paramos en Córdoba y la veo salirse a fumarse un pitillo me presento y le regalo uno de mis dvd. Mabel -que así se llamaba- me cuenta que trabaja en la productora de Juan Ramón Lucas y como representante de artistas. Y de ahí surgió una interesante charla sobre "El Club de Flo" y el salto profesional que produce salir en la tele. Del primero me contó que su regidor no sólo ordena aplaudir sino también… ¡reírse! Y que muchos chistes se graban tras recontarlos varias veces delante de la gente (ya me parecía a mí raro que la gente pudiese reírse con Urdaci). Llegando a Sevilla nos despedimos con el clásico intercambio de tarjetas y me quedé con la sensación de que este casual encuentro no va a quedar aquí y que, por una vez, el suerte podría haberme guiñado el ojo. Desde Sevilla me llevan en coche hasta el puerto de Santa María y al llegar probamos sonido. Como actúo el jueves en Valencia me he traído el micro de diadema pero… no funciona. No sé si por el equipo del hotel o es que al mío le ha pasado algo, lo que me hace preocuparme porque en Valencia con un micro de mano las voy a pasar putas. A las 21 empiezan a llegar los comerciales y en el salón llegan a juntarse 140 personas que no se callan ni cuando habla su delegado. Por eso, al salir yo tengo a unas 100 pendientes y un corral al fondo. La gente que me escucha pide silencio repetidas veces pero es inútil. Les veo disfrutar pero poco centrados por el barullo que hay, así que decido acabar antes de lo previsto y el público me obsequia con la mayor ovación de todo el Tour Pullmantur. Día 22: SevillaSevilla no tiene un color especial. Sevilla lo que tiene es mucha hambre. Aún no se han abierto las puertas del salón y ya hay 50 personas esperando el catering con más expectación que un primer día de Rebajas. Cuando abrimos, se sirven unos pocos canapés y llegado el momento en que el delegado cuenta que hay algo más de 250 personas, empezamos. Durante el show también hay cotorreos pero esta noche habíamos "contratado" chicas que pidiesen silencio cada poco al "grito" de "shhhhhh". Y la medida funciona. Afortunadamente mi micrófono funciona aquí y el show sale bien, aunque sin excesos. Intentar vender mi humor en una ciudad donde se adoran a Los Morancos (a los que los mismos sevillanos califican de "ordinarios") es algo surrealista. La anécdota vino cuando me dí cuenta en qué ciudad estaba a mitad de chiste sobre la Duquesa que la gente recibió con bastante mutismo (¿La tendrán estima?). Lo del cóctel fue ya otra historia. La verdadera comida se sirve ahora y es la primera vez en mi vida que veo gente apostillada en las puertas de los camareros para abalanzarse sobre sus bandejas de canapés en cuanto salen. En Sevilla comer es una cuestión crucial. Y si es gratis, de vida o muerte. Horas antes el delegado tomó alguna medida para que la gente ajena a la presentación se colase. En cualquier parte de España sería innecesario, pero como el mismo me apuntilló "Esto es Sevilla". Y viendo el histerismo por comer, le creo. Entre canapé y canapé hablo con algunas mesa y conozco a Betsabé, una chica de 21 años a la que ha colado su hermana, que es agente de viajes. Más tarde hablo con Gema, otra comercial que ha colado a su novio. Sí. Definitivamente esto es Sevilla. Sobre las 12 de la noche pasadas, quedan aún casi 200 personas a los que se les reparten unos vales para copas en la discoteca de al lado. Y claro, para ahí vamos todos. Y oye, tanto que oyes hablar de que los andaluces son muy abiertos y que en enseguida te dan conversación aún sin conocerte… y no noté ninguna diferencia con Valladolid (al menos en cuanto a tías). Es más, la hermana de Betsabé me contó (aún con las reservas que esta afirmación conlleva por venir de una sola persona) que son más reacios que en el resto de España a meter a alguien en su casa.Día 23 ValenciaLlevaba 2 años queriendo volver al pub Ópera. Fue la primera sala fuera de Valladolid donde tuve éxito y donde por primera vez pensé que sí, que me era posible conectar con cualquier público. Y en esta tercera vez el show salió de fábula. Los "Risketos" triunfaron de principio a fin y Javier (el dueño) acabó dándome otra fecha para que volviese en Febrero con el de pelis fantásticas. En fin, una de esas noches donde te vas a la cama con el ego por las nubes (sí, más arriba de lo que lo tengo habitualmente).