Despido el año con 140 actuaciones, 5 más que 2007. Supone un nuevo récord personal y debería alegrarme pero, en cambio, llevo varias semanas con la sensación de estar profesionalmente atascado. Cuando vine a Barcelona pensé que el hecho de estar 2 veces por semana en el Teatreneu me abriría nuevas puertas, pero lo cierto es que el ama de llaves se está haciendo de rogar. No obstante, el bagaje es para sentirme satisfecho. Comencé 2007 con sólo un monólogo en cartel, lo termino con dos y tengo casi terminado el tercero para 2009. Un nuevo show que, la verdad, me tiene bastante inquieto estos días al estar todo el texto sin probar. También sería justo añadir como logros de 2008 el haber aprendido algo de catalán (el suficiente como para seguir una conversación y poder incordiar) y el no haberme tenido que mudar otra vez de habitación. ¿Para 2009? Desde hace un lustro siempre he pedido salud y chistes para cada nuevo año y me lo han traído. Este año, como he sido bueno, voy a pedir, además, que se me permita subir un par de peldaños más artísticamente. A ver qué pasa. Feliz año