Desde Agosto (tal y como os conté aquí) venía jugando a este juego de rol por internet. De hecho, me conectaba a la web 4 ó 5 veces diarias para que mi mendigo (otras muchas cosas) hiciese cursillos de aprendizaje, bebiese calimocho o provocase una pelea contra otro indigente. Sí, había conseguido picarme y de aproximadamente 130.000 jugadores “mendigos” apuntados hasta la semana pasada con los meses llegué al puesto número 2.298. Nada mal ¿verdad? Sin embargo, los dueños de la web han decidido actualizarlo complicándolo de sobremanera; algunos links fallan, los nuevas directrices del juego a tener en cuenta terminar por agobiar y, sobre todo, han decidido hacer caja de manera que aquellos mendigos que compren con dinero real unos bonus se les facilite el juego. Suficiente para quitarme las ganas de continuar.