Todo comenzó el sábado 13 de enero de 2007 a las 19:00 horas en el Teatreneu. Una función que resultó nefasta, horrible y con la que aprendí que el público de un teatro no se comporta con el desparpajo que el de un bar. Los monólogos, entonces abonados a los pubs, apenas habían comenzado a instalarse en los Teatros y para el cómico este nuevo hábitat le suponía hilar algo más fino. Lo que jamás sospeché tras esa primera función fue que “Chicas, Risketos y apuntes pasados a limpio” me empujaría a dejar mi vida en Valladolid y a convertir Barcelona en mi nuevo hogar. Por eso, el sábado 2 de Octubre quiero celebrar estas 200 funciones invitando a todos los asistentes a la función en el Llantiol a una copa de cava. Porque de ellos, del público del día a a día, es el mérito de que yo siga aún con el espectáculo en cartelera. Sin ser un cómico mediático, ni salir por la tele, ni haber grabado con Paramount, el éxito de haber llegado a estas 200 funciones ha radicado enteramente en el boca a boca del público. Y por ellos (y con ellos) quiero el día 2 brindar.